2 Codician campos y se apoderan de ellos, Codician casas, y las toman. Roban al dueño y a su casa, Al hombre y a su heredad.
3 Por tanto, así dice el Señor: “Estoy planeando traer contra esta familia un mal, Del cual no librarán su cuello. No andarán erguidos, Porque será un tiempo malo.
4 En aquel día se dirá contra ustedes un refrán Y se proferirá esta amarga lamentación: ‘Hemos sido totalmente destruidos; El ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo me la ha quitado! Al infiel ha repartido nuestros campos.’
5 Por tanto, no habrá quién eche el cordel para ustedes Por sorteo en la asamblea del Señor.
6 ‘No profeticen’ dicen, y profetizan. Aunque ellos (los profetas) no profeticen acerca de estas cosas, No serán retenidos los reproches.
7 ¿No se dice, oh casa de Jacob: ‘Es impaciente el Espíritu del Señor? ¿Son éstas Sus obras?’ ¿No hacen bien Mis palabras Al que camina rectamente?
8 Hace poco Mi pueblo se ha levantado como enemigo. De sobre las vestiduras arrebatan el manto A los que pasan confiados, A los que vuelven de la guerra.
9 A las mujeres de Mi pueblo arrojan De la casa de sus delicias; De sus hijos arrebatan Mi gloria para siempre.
10 Levántense y marchen, Pues este no es lugar de descanso Por la impureza que trae destrucción, Destrucción dolorosa.
11 Si un hombre, andando tras el viento y la falsedad, Hablara mentiras, diciendo: ‘Les hablaré del vino y del licor,’ Ese sería el profeta para este pueblo.
12 Ciertamente los reuniré a todos, oh Jacob, Ciertamente recogeré al remanente de Israel, Los agruparé como ovejas en el redil; Como rebaño en medio de su pastizal (pradera), Harán estruendo por la multitud de hombres.
13 El que abre brecha subirá delante de ellos; Abrirán brecha, pasarán la puerta y saldrán por ella; Su rey pasará delante de ellos, Y el Señor a su cabeza.”