2 Pues, conozco vuestra buena voluntad de la que me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado. Y vuestro ejemplo ha estimulado a muchos.
3 Pero os envío a los hermanos, para que nuestra jactancia acerca de vosotros no sea vana; para que, como lo dije, estéis preparados.
4 No sea que vayan conmigo algunos macedonios, y os hallen desprevenidos, y nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de nuestra confianza.
5 Por eso, creí necesario rogar a los hermanos a que fuesen primero a vosotros, y apresten vuestra prometida donación, para que esté lista como expresión de generosidad, y no de mezquindad.
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, escasamente segará, y el que siembra generosamente, también generosamente segará.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad; porque Dios ama al que da con alegría.
8 Que Dios es poderoso para colmaros de toda gracia; a fin de que, teniendo siempre lo necesario, abundéis para toda buena obra.
9 Como está escrito: "Repartió, dio a los pobres. Su justicia permanece para siempre".
10 Y el que da semilla al que siembra, y pan para comer, también suplirá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.
11 Para que estéis enriquecidos en todo, para toda liberalidad, que obra por nosotros acción de gracias a Dios.
12 Porque esta asistencia, no sólo suple lo que falta a los santos, sino también abunda en muchas acciones de gracias a Dios.
13 Por esta asistencia ellos glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la bondad de contribuir para ellos y para todos.
14 Y en su oración de ellos por vosotros, manifiestan el ardiente afecto que os tienen, por la eminente gracia de Dios en vosotros.
15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!