2 Oh hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad y buscaréis la mentira?
3 Sabed que el Eterno aparta al piadoso para sí. El Señor me oye cuando clamo a él.
4 Temblad, y no pequéis. Cuando estáis en vuestra cama, examinad vuestro corazón, y acallaos.
5 Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el Eterno.
6 Muchos dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?" ¡Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro!
7 Tú llenaste mi corazón con mayor alegría, que la de ellos cuando abunda su grano y su mosto.
8 Me acuesto y duermo en paz, porque sólo tú, oh Eterno, me haces vivir confiado.